martes, 18 de octubre de 2011

La Felicidad de dormir acompañada

Desde que tengo uso de razón siempre me ha costado dormir. En varias oportunidades había pensado en un tratamiento del sueño... manzanilla... tecitos de cuanta hierba había... masajes... ejercicios... En los tiempos más críticos llegue a tomar unas pastillas que me tumbaban en la cama... pero eso no era dormir...

Son cosas de costumbre imagino... es que necesito la luz totalmente apagada... las sabanas perfectamente estiradas... nada de arrugas ni dobleces entre la sabana y la almohada. No puedo soportar algo que me toque la espalda... ni siquiera el más blando de los cojines.... Tal y como el cuento de la princesa y el guisante...

Fue una maravilla el día que descubrí las almohadas corporales...esas gigantes que puedes poner la cabeza, abrazarlas y además ponértelas entre las piernas... sin embargo a veces... tambien me costaba quedarme dormida...


Pensaba o gritaba.... La puerta cerrada. Shhhhhhhh... Cero ruidos.... Ni un radio sonando a lo lejos ni la televisión... menos un chorro goteando... plip...plip...plip... Un reloj clic, clic, clic... Un ventilador suuuuuu suuuuuuuu suuuuuu, un aire acondicionado, la calefacción.... son la tortura china. CERO RUIDO DIJE.

Con tanta condición apenas podía dormir 5 horas... Cuando ya el cansancio se apodera y te dice... "déjate de tanta tonterías..."

Pero eso cambio totalmente desde hace ocho años... casada con hijos... no hay mucho espacio en la cama ni tiempo para dormir... ni silencio que disfrutar... MAMAAAAAAAA...... DAME AGUAAAAA.... en medio de la noche...

 Me levanto... camino dormida con los ojos cerrados hasta su cuarto y le digo... "tienes el vaso aquí al lado".... regreso a la cama para encontrarla toda hecha una torbellino de sabanas, almohadas y hasta ropa... suspiro antes de entrar al espaciiiiito que me queda... y antes de darme cuenta... el espaciiiiiiiito está ocupado por el niño que me había seguido con uno de sus peluches gigantes... me meto en ese laberinto de piernas... sabanas... almohadas (la corporal se desapareció hace años) y encuentro algo para cubrirme la mitad del cuerpo... debajo de mi hay tres montañas de cosas que quien sabe de donde salieron... en la espalda esta la rodilla del niño que por mas que despego se vuelve a acurrucar en mi... mi esposo hace una formidable pared del otro lado de la cama que nos protege del frio aunque la calefacción esta puesta... el niño balbucea algo... "es que tenía miedo de...." y los ronquidos en sonido estero no se hacen esperar... todos duermen... otra vez... menos yo....

Cuando amanece.... siento las bolsas debajo de los ojos y se que tengo ojeras negras... estoy toda despeinada... pero antes de molestarme... esa misma luz me hace ver las caritas de mis hijos (la grande se paso y no me di cuenta.... entonces estaba dormida...siiiiiiiiiii)... Veo a mis acompañantes.... rendidos de tanta salud y felicidad...

Entonces paso la mano por mi cabello... me doy un golpecito en las ojeras... y me digo a mi misma... Gracias Gracias Gracias... por esta felicidad de dormir tan bien acompañada... no la cambio por nada....

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