La Felicidad para el Recién Llegado

Hace un par de días, cuando estaba siendo más estricta de lo normal y mis hijos estaban haciendo menos caso de lo normal, mi esposo me dijo... ¿Qué tal si los tratas como si fueran tus sobrinos? ¿Cómo si fueran los hijos de tu hermana que acaban llegar del extranjero?...

Uhum?!.... Esto me hizo pensar que últimamente estaba siendo muy perfeccionista con ellos y reflexionar que en general somos muy poco tolerantes con los que viven con nosotros. Queremos todo que este perfecto, que todo luzca y ande de la manera perfecta (o por lo menos la que creemos perfecta). Puede ser nuestros hijos, pero incluso somos muy poco tolerantes con nuestros padres, pareja y con nosotros mismos.

Pero la verdad es que el perfeccionismo no es más que un defecto que aparenta ser una virtud.




No se puede lograr grandes cambios en un solo día. Ni eliminar malos hábitos con un solo regaño (no es que deba ser más de uno... pero seguro que con uno solo no funciona)... "Las victorias se logran ganando batalla tras batalla"...

Al poner en práctica el trato de recién llegados a mis hijos... todo cambió como por arte de magia... y... déjame contarte...

Lo intente por una noche... (pero ahora lo tengo como aprendizaje para siempre)... esa noche trate a los niños como unos invitados que se iban a quedar a cenar y dormirían en la casa antes de salir de viaje de nuevo.

Normalmente ellos no se duermen  antes de las 10:30pm. Pero... esta vez....yo estaba mucho más relajada y menos empecinada de acostarlos a las 8:30pm (porque es la hora en que la hormona del crecimiento es más aprovechable y tal...)

Desde las 7:00 pm comenzamos el rito de acostarse a dormir que incluye una lista infinita de actividades que normalmente tengo que apurar porque deben estar completas antes de dormir... Pero esta vez los traté con MAS armonía y con MENOS expectativa... Y a las 9:00 pm ya estaban en su camita con los cuentos leídos, los vasos de agua bebidos y las oraciones medio hechas.  ¡Éxito total!... Ah sí... dejamos por fuera sus prácticas de piano diarias,  la discusión cotidiana de quien iba a apagar la luz y la prolongada retalia del "por qué hay que acostarse temprano porque sino mañana va a ser difícil levantarse"...

Cada quien hizo lo que se le pidió en el momento que se le pidió... Lo único que cambió fue el tono de mi voz... pues ahora era el de una tía poco conocida pero querida, simpática y muy muy amable...

Y la verdad es que esa noche TODOS dormimos mejor y más felices...

Por eso te sugiero... experimenta.... pon esto en práctica en una situación similar pero con tu familia... imagina que la persona con quien convives tu día a día... es parte de tu familia pero que acaba de llegar y tenias años sin verlo.. que solo va de pasada y quién sabe cuando lo vuelvas a ver... no trates de cambiarlo ni trates de que sea mejor... solo dale el amor que no tienes mucho tiempo para darle... Veras como te sientes feliz tratando de hacer feliz al recién llegado.... hazle sentir que es bienvenido a casa....

Relájate... se amable.. expresa tu amor y Se Feliz HOY....